Queluz es una excursión comodín que se puede combinar con muchas otras visitas para hacer una excursión de un día.
Son los casos de Sintra (de la que está muy cerca) o con Mafra, pero también puede servir para una excursión corta o una visita de una tarde.
La ciudad de Queluz no vale nada. Es poco más o menos una ciudad dormitorio de Lisboa. Lo que realmente interesa de esta localidad es el Palacio Nacional del siglo XVIII, que es la versión local de las imitaciones de Versalles que les dio por hacer a tantos reyes del mundo.
El Palacio Nacional de Queluz -o Palacio Real, como también se le conoce- fue en su origen el palacio de verano de uno los reyes de Portugal desde el siglo XVII y posteriormente pasó de ser residencia permanente de los reyes a quedar relegado a monumento nacional.
Arquitectónicamente destaca por ser uno de los últimos grandes edificios europeos de estilo rococó y también son muy apreciados su jardines. El estilo imita al de los grandes palacios europeos de la época, con Versalles como modelo principal, pero con algunas particularidades de la arquitectura y la decoración portuguesa como los azulejos.
Se pueden visitar sus salas decoradas con el estilo de la corte de los siglos XVIII y XIX y también es muy apreciable la colección de esculturas.
El Palacio de Queluz forma parte del Patrimonio Nacional portugués y puede ser visitado tanto de manera independiente como con las visitas guiadas que se organizan en él en portugués, inglés o español.
Quien quiera visitarlo, que no vaya demasiado tarde. Recuerdo haber llegado a las cinco de la tarde y quedarme sin verlo porque la última visita empieza a las cuatro y media.
Eso sí, quien tenga tiempo y ganas disfrutará mucho de la visita.
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