Rossio

10 errores que cometerás al visitar Lisboa por primera vez

Por muy preparados que vayamos, todos pagamos alguna novatada o cometemos algún error típico cuando visitamos por primeras vez una ciudad nueva. Quien hace turismo en Lisboa no va a ser menos. Aquí tenéis una serie de errores (inocentes) más comunes entre aquellos que visitan la ciudad.

La mayor parte de ellos no suponen gran cosa. Algunos suponen alguna pequeña incomodidad extra en nuestro viaje y otros pagar un poco más de dinero por pequeñas cosas. Pero es cierto que a veces te pica el amor propio y se te queda algo de cara de tonto. Por eso, mejor que sepáis antes de ir a Lisboa algunas de estos pequeños errores habituales en los turistas de Lisboa.

1.- Comerse los entrantes que ponen los restaurantes pensando que son gratis

En España tenemos la costumbre de que si nos ponen algo de comida en la mesa de los restaurantes que no hemos pedido es un regalo de la casa, por lo que muchos turistas que comen en Lisboa no tienen reparo a la hora de comerse las aceitunas, el queso o la mantequilla y patés que ponen para comer con el pan, sin saber que se les añadirá en la cuenta al final de la comida. El precio no es muy alto (también se cobra el pan) y siempre ayuda a matar el hambre, pero hacen que al final una cuenta económica suba bastante más de lo esperado.

Además, tiene algunos efectos colaterales no deseados: te quita el hambre para el plato principal y los camareros se retrasan más en sacar los platos principales si vas comiendo los entrantes. Para que no te los cobren no hace falta pedir que se los lleven. Simplemente, déjalos en la mesa sin tocar y los retirarán cuando sirvan los primeros platos.

2.- Ponerse tacones para salir por el centro de Lisboa

Lisboa Turismo

Típica acera lisboeta de pequeñas baldosas.

Las aceras tradicionales portuguesas están formadas por pequeñas piedras con estilo adoquinado, pero mucho más pequeñas y decorativas. Al mismo tiempo, algunas zonas del centro de Lisboa como el Barrio Alto o Alfama tienen también calzadas formadas por adoquines. Esto hace que, al dar un paseo por ellas, si vamos con tacones tengamos muchas posibilidades de que en algún momento éste se quede clavado en el espacio entre adoquines. Cuanto más fino es el tacón, más peligro.

Lo menos malo que te puede pasar es quedarte clavada o que se te rompa el tacón. Pero, teniendo en cuenta aspectos como los desniveles de algunas de las calles del centro de la ciudad y lo resbaladizas que se ponen si llueve -o la pérdida de equilibrio que el alcohol puede causar al salir por la noche en el Barrio Alto-, el riesgo de hacerse daño en un tobillo o irse al suelo también existe.

3.- Viajar a Lisboa coincidiendo con los festivos españoles

Sí, es cierto que un puente, un fin de semana o una Semana Santa en España es muy tentador para una escapada a Lisboa. Pero también es cierto que no sólo lo es para ti, sino también para otros millones de españoles. El resultado: las principales zonas de turismo en Lisboa o Sintra están abarrotadas de visitantes del país vecino. Algo que, no es malo, pero que nos impide disfrutar de una imagen algo más auténtica de Lisboa. Si puedes, visítala en momentos en los que no esperes tantos turistas.

Si no te queda más remedio que ir en los días de aglomeración y quieres visitar el Palacio da Pena de Sintra, no olvides reservar tus entradas con antelación, porque el aforo es limitado y estará hasta arriba de visitantes.

4.- Pensar que la multa de aparcamiento no te va a llegar por no tener un coche portugués

Cepo Lisboa

Poniendo un cepo en un coche aparcado en Lisboa.

… Y quizá sea verdad que no tienen tus datos para enviártela o cobrar. Pero también es verdad que si decides aparcar en Lisboa sobrado de confianza, te puedes encontrar con el coche retirado por la grua o con un pintoresco cepo adosado a la rueda de tu vehículo.

5.- Ir a comer y a cenar demasiado tarde y encontrarte con la cocina cerrada

Se almuerza y se cena antes que en España y eso nos lleva a algunos problemas si llegamos muy tarde de las excursiones o, simplemente, estamos un poco más perezosos de lo normal. Comer más tarde de las dos o cenar más tarde de las nueve no es habitual en absoluto. Para la comida, al haber muchos pequeños snack bar abiertos, quizá encontremos más flexibilidad o podremos improvisar algo con algún bocadillo o salado; pero si vamos a algunos restaurantes demasiado tarde es posible que nos encontremos con la cocina cerrada antes de lo que esperemos.

6.- Descuidarnos demasiado en el tranvía 28 y ser víctimas de los carteristas

Tranvia 28 Lisboa

El tranvía 28 de Lisboa. Foto by Jota Ene via Wikimedia Commons.

El tranvía 28 de Lisboa es el mítico y legendario de todas las fotografías y recorre los lugares más turísticos de la ciudad. En el verano va abarrotado de turistas en un interior muy pequeño. Pero no son los únicos que lo toman, ya que es el lugar favorito de los carteristas lisboetas para ganarse la vida. Los visitantes van muy relajados y algunos de ellos acaban llevándose un susto. Cuidado con ir demasiado distraido, llevar el bolso abierto o la cartera muy accesible.

7.- Pedir demasiada comida en los restaurantes

Los platos del día de los restaurantes y snack bar portugueses son abundantes. Cuidado con pensar en un menú de dos platos para una comida completa o pedir un entrante si no tenemos mucho hambre. Es mejor pedir el plato del día, ver la cantidad que sirven y decidir entonces si vamos a querer comer más o no para no tener que tirar el resto a la basura.

8.- Poner gasolina en Portugal y no hacerlo en España

La gasolina es más barata en España que en Portugal, por lo que si nos desplazamos a Lisboa en coche siempre es mejor repostar antes de cruzar la frontera -en el viaje de ida- o después de hacerlo -en el de vuelta-. El ahorro no es excesivo, pero algo ayuda.

9.- Elegir el club de fado que es una trampa para turistas

Hay muchos viajeros que quieren disfrutar de un espectáculo de fado en alguno de los varios locales que lo ofrecen en el centro de Lisboa. Hay bastantes restaurantes que ofrecen cena con espectáculo, pero no resulta fácil distinguir los que son más auténticos o de precio razonable de las trampas para turistas. Es mejor consultar reseñas en portales del estilo TripAdvisor antes de decidirse por uno de ellos.

Alfama es el barrio por excelencia del fado, así que es allí donde podremos encontrar los locales más auténticos. Desconfía, por lo general, de los restaurantes que ofrezcan fado en el Barrio Alto, que no es la zona. Con una excepción, eso sí, las noches de fado aficionado del pequeño bar Tasca do Chico los lunes y miércoles.

Si queremos oír fado, pero no nos interesan estas veladas completas con cena, una buena opción es el espectáculo Fado no Chiado, donde podremos conocer este género musical en un concierto mucho más breve y económico.

10.- Tener una gastronomía rica, variada y barata… y acabar comiendo en un local de comida rápida

No hay mucho más que decir. Con la cantidad y calidad de comida que se puede disfrutar en Lisboa, tener unos pocos días para ver la ciudad y acabar en una franquicia de hamburgueserías o en la zona de restaurantes de un centro comercial es renunciar a cosas mucho mejores por un precio similar.

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Publicada en la sección vida y curiosidades de Lisboa.

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