Depués de una primera jornada dedicada íntegramente al centro histórico de la ciudad, continuamos nuestra sugerencia de ruta sobre qué ver en Lisboa en tres días con la excursión más interesante en los alrededores de la capital: Sintra, Cabo da Roca y Cascais
Día 2: Sintra, Cabo da Roca y Cascais
Sintra es una excursión casi imprescindible para quien pase más de un día en Lisboa. Se trata de un pueblo situado a unos 20 kilómetros de la capital, con una parte moderna que es poco menos que una ciudad dormitorio de Lisboa; pero con un casco antiguo y unos palacios históricos que son de los lugares más interesantes para visitar en la zona. La visita se puede completar, si hay tiempo pasando por los espectaculares acantilados de Cabo da Roca y acabando la jornada en Cascais y Estoril.
Podemos ir por nuestra cuenta. Lo mejor es el coche, aunque también podemos hacerlo en transporte público. No obstante, si vamos a visitar los palacios, quizá nos sea más conveniente decidirnos por alguna de las visitas guiadas que incluyen las entradas, por el mismo o menor precio y sin la molestia de tener que depender del transporte.
Sintra
Sintra tiene dos caras. La parte moderna de la ciudad, aislada del centro histórico, no tiene ningún interés turístico y es meramente una ciudad dormitorio de Lisboa. La parte antigua del pueblo, por su parte, está situada ya en las faldas de la Sierra y es un pequeño y encantador reducto de callejuelas (con sus correspondientes restaurantes y tiendas turísticas). Evidentemente, es la parte antigua del pueblo -y sus palacios- lo que le ha permitido ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Sintra es conocida por sus palacios y sus paisajes. Entre los palacios, el más destacado es el Palacio da Pena y los jardines que lo rodean, en la parte más alta de la montaña vecina. Pero también son interesantes el Palacio Nacional -en el centro del pueblo con sus chimeneas blancas inconfundibles- y la Quinta da Regaleira. Otros puntos de interés son las ruinas del Castillo, el Convento dos Capuchos o el palacio de la vecina ciudad de Queluz.
Podemos comenzar nuestra visita en el centro del pueblo. Si vamos en tren, la estación de cercanías está en pleno casco histórico. Desde allí salen los autobuses circulares que suben a lo alto de la peña y los que van al Cabo da Roca y a Cascais. Podemos tomar los autobuses directamente o comenzar con un paseo por el centro histórico y tomarlos allí más tarde.
En lo alto de la colina (a la que se puede llegar en coche, autobús o a pie) nos encontramos con el Palacio da Pena y el Castelo dos Mouros. Del Castillo quedan pocas ruinas -menos que del de Lisboa-, pero dispone de buenas vistas de la Sierra. Por su parte, el Palacio es realmente bello tanto por su ubicación -en lo alto de la montaña-, como por su arquitectura e interiores.
El Palacio fue construido en la primera mitad del siglo XIX como residencia de verano de la familia real portuguesa sobre las antiguas ruinas de un monasterio. Se puede visitar y es uno de los grandes atractivos de la ciudad, por lo que en los días de mayor afluencia turística podremos encontrarnos con grandes colas o, incluso, aforo completo.

Palacio da Pena de Sintra.
En el Palacio podemos contemplar cómo eran las estancias y decoración típica de un palacio de verano en el siglo XIX y, además, podremos disfrutar de unas vistas impresionantes de toda la Sierra de Sintra y sus alrededores (en los días claros, incluso podemos distinguir Lisboa a lo lejos) y de un jardín que pocos visitan, pero que también es realmente agradable.
Volviendo al centro de la ciudad, el Palacio Nacional de Sintra es otro de los lugares de interés en el municipio. Fue construido en el siglo XVI y destaca por su fachada blanca y sus chimeneas en forma de torre. Es una mezcla de estilos arquitectónicos.
También, a poco más de un kilómetro del centro del pueblo, nos encontramos con una finca algo menos conocida, pero también muy atractiva: la Quinta da Regaleira, en cuyo interior destaca, sobre todo, el entramado de cuevas y estanques de su jardín.
Cabo da Roca
Los más interesados por la arquitectura y los palacios podrían quedarse, incluso, disfrutando todo el día en Sintra, para volver a Lisboa desde allí; pero quien haya acabado pronto puede continuar la ruta. Se hace mejor con coche (el alquiler es una buena opción para quien sólo lo necesite un día), pero también se puede hacer en transporte público en algo más de tiempo.
Desde Sintra nos dirigimos hacia el oeste y atravesamos algunos pueblos de la Sierra hasta la costa. Al lado de la carretera veremos la vía de un tranvía que funciona en la época de verano y nos lleva hasta la playa das Maças, en una excursión muy agradable y recomendable.
Pero nosotros seguimos en dirección a otra parte de la costa. Los acantilados de Cabo da Roca tienen interés turístico por dos motivos esenciales: Las impresionantes vistas de la costa que se nos ofrecen desde sus 140 metros de altura sobre el nivel del mar y la curiosidad geográfica de ser el punto más occidental de la Europa continental. Una visita muy recomendable, en un entorno natural bastante aislado.

Para ver el Cabo da Roca merece la pena desviarse del camino más directo para ir de Sintra a Cascais. Foto: Szilas via Wikimedia Commons
Guincho, Cascais y Estoril
Desde el Cabo da Roca emprendemos el viaje de vuelta a Lisboa por la costa de Cascais. Si seguimos por la carretera de la costa, antes de llegar a la ciudad de Cascais encontraremos la playa de Guincho, rodeada por un entorno de dunas y que presume de ser una de las más atractivas de los alrededores de Lisboa para quien busque entornos más salvajes.
Siguiendo por la misma carretera, ya llegando a Cascais, nos encontraremos con la Boca do Inferno, una pequeña zona de rocas donde el mar rompe con estrépito para darle ese nombre.
Cascais es un pequeño y tranquilo pueblo que pasó de ser un puerto de pescadores a un lugar de segundas residencias y casas de veraneo de las clases altas. Paseando por su tranquilo centro podemos encontrarnos algunas de estas mansiones, además de playas pequeñas con bastante encanto.
Si tenemos tiempo y ganas, podemos parar antes de volver a Lisboa en la vecina Estoril, tradicional zona residencial de aristócratas y clase alta, donde podremos disfrutar de un rato en su famoso casino, que llegó a inspirar una de las novelas de James Bond.
Dónde alojarse
La verdad es que no hace falta alojarse fuera de Lisboa para esta excursión, ya que podemos ir y volver perfectamente en el mismo día. Eso sí, si queremos hoteles de gran lujo en un entorno natural, Sintra cuenta con algunas de las opciones de hoteles de cinco estrellas con más encanto de toda la zona de Lisboa.
Por su parte, Cascais también tiene su atractivo como lugar de alojamiento si preferimos alejarnos del bullicio de la gran ciudad en beneficio de un pueblo marino y con playa casi a la puerta. Cuenta con hoteles de gama media y alta muy tranquilos y con precios generalmente algo más económicos que en Lisboa.